La Carta del Tarot El Emperador

La energía masculina, el protector.

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Solo para mayores de 18 años.

Arcano Mayor El Emperador 

Arcano Número 4

La Carta del Tarot El Emperador: el gran líder

La Carta del Tarot El Emperador, según el método utilizado, representa la energía masculina, el hombre o su energía. Simboliza el poder primario, la figura autoritaria que sabe hacer notar su presencia y puede indicar una energía actual en el tiempo presente, según el contexto de la lectura. Representa al líder, al padre, al marido, a alguien que tendrá el poder de crear, tal vez de consolidar. Si el consultor es un hombre o si el método implica pocas cartas, representa todo el poder y sugiere que todo estará sujeto a nuestras decisiones. Incluso puede indicar éxito en nuestras acciones, debido a nuestra pericia y dominio. El sorteo revelará las razones y circunstancias que deben abordarse en consecuencia.

La carta del tarot El Emperador, también  representa a alguien con autoridad, como un jefe o uno de tus jefes. En algunas situaciones laborales, usted cree que alguien que en realidad no es su jefe es responsable de dirigirlo y actuar sobre usted y su función. Como siempre vemos en contexto, los líderes alcanzan un estatus superior aplicando la autoridad que creen tener.

El Emperador: un significado positivo

La carta del Tarot El Emperador, su significado es positivo, representa un triunfo en las tiradas cortas, un sí en respuesta a una carta. Al igual que su homóloga divina femenina, La Emperatriz, representa el poder y la fuerza. Si aparece en el sorteo con la Emperatriz, indica una pareja o una conexión romántica potencial. Si la carta del Emperador está invertida, puede indicar un padre ausente. Significa su ausencia. Confiamos en nuestra intuición mirando el resto de las cartas, por supuesto, para determinar quién ha abandonado o va a dejar de ocupar un cargo, un ex si había una relación considerada como tal en primer lugar, alguien que no cumple su potencial paterno, alguien que se comporta como si no estuviera vinculado a su pareja o matrimonio, aunque siga ostentando el título de compromiso.

El Emperador: lo divino masculino

En cuanto a la identidad de este personaje, como hemos mencionado anteriormente, es la figura principal de la energía masculina. Se le reconoce y estima por este motivo, por lo que nos referimos a él como el divino masculino. Por otra parte, su contrapartida, lo divino femenino, sería La Emperatriz.